Parte II
Cronica V(Tomado de “Las crónicas del general”)
Un rango, que cosas no se había hecho por llegar a uno, matar algunos, mentir, una cosa que a la final resulta tan efímera, como quien la obtuvo, para que una posición, para que estar arriba, verdaderamente ¿valía la pena? Que acaso ya no era suficiente; el deseo de salirse de la cadena de mando se había apoderado de él, no le importa el arriba, sinceramente le importaba mas el abajo; no se trataba de rebelión para él no era más que un reacomodo de los eslabones en algunos casos eliminando algunos; la cadena debía existir eso lo entendía, pero le cansaba que el oxido de los eslabones superiores le callera a él, aunque conocía la importancia de la sujeción, no le era fácil sujetarse, prefería que Dios la ordenara a su gusto, aunque sabía que por alguna extraña razón siempre le había gustado contar con él, una especie de hijo consentido del general Siloh el cual nunca permitiría que lo aplastaran, eso era algo que se reservaba para él.
Si la destrucción de la burocracia fuera la solución, ya la hubiera destruido yo mismo, no es simplemente la eliminación de un sistema de mando, es la edificación sobre la reelaboración de esa burocracia, una organización y una redirección de las fuerzas es necesaria para la ejecución del nuevo modelo, solía ser un hitokiri, eliminaba lo que a mi parecer estorbaba pero quién soy yo para eliminar lo que tal vez simplemente está mal ubicado, siempre he cuestionado ¿Qué pueden cambiar unas lagrimas?¿Qué pueden cambiar unas palabras? He luchado por el cambio, creo que es el propósito de mi vida, estoy aquí porque Dios sabe que mientras el este conmigo nunca me rendiré, no creo en quien nuca falla, creo en quien nunca se rinde, la tenacidad es la mejor cualidad de un soldado.
No temas a alguien que quiere vivir témele a alguien que no teme morir, la vida no es para aferrarse simplemente a ella como bacterias inaportantes, debemos justificar nuestra existencia en nuestros hechos.
He recuperado hace pocos días un lugar más importante que cualquier lugar en la burocracia, es mi lugar entre el pueblo, entre los hijos sin nombre público, me causo alegría en verdad darme cuenta de la importancia de ese lugar que hasta ahora había ignorado, siempre me he preparado para ser un líder, un burócrata mas, pero Dios me dio la luz de entender mi papel entre la multitud; no es montado en un pedestal que se ayuda al pueblo, es viviendo, sufriendo y muriendo con ellos que se hace algo, aprendí algo hace bastante tiempo, algo a lo que llamo la lógica de capitanía oriental, que es la manera en que los líderes militares de los ejércitos orientales dirigían a sus hombres, yo la resumí en la siguiente frase: se vive con ellos, se vive por ellos, se muere con ellos, se muere por ellos.