PARTE IV

¿Son incuestionables las autoridades?

El hecho de que sea Dios quien las constituyo no las hace infalibles, a la final siguen siendo humanos, como mencione anteriormente, hay diferencia entre cometer errores y prácticas corruptas, el cuestionamiento de la autoridad parte de dos paradigmas: 1. Quien la cuestiona y 2. Porque la cuestiona. No cualquiera por el motivo que sea podrá cuestionar a la autoridad en cuestión, debe ser alguien bajo autoridad y distinguido por ella, es importante resaltar que el propio cristianismo nació como una revolución dentro del judaísmo; en el AT las revoluciones registradas fueron a nombre de los profetas, debido a la corrupción del pueblo, fueron gestados por el mismo Dios; pero también en el AT se registraron varias rebeliones que el mismo Dios apago y otros que dejo continuar para que el mismo hombre callera en cuenta (Core, Datan y Abiram). Los profetas tuvieron en algunos casos la tarea de cuestionar la autoridad de los mismos reyes, y entiéndase el cuestionar la autoridad no como el acto de cuestionar el ¿Por qué está allí?, sino el ¿Por qué Hace lo que hace?; el cuestionar la autoridad en si misma a veces suele ser un síntoma de rebelión. Siempre se ha identificado revolución con derrocamiento, pero no siempre es así y más si hablamos de cristiandad entendemos que es Dios quien quita y pone reyes, es entonces el deber de los revolucionarios cristianos ser “profetas” que denuncien la corrupción y además generen y promuevan cambios, centrados en el eje del cual esa burocracia se desvió. Tenemos también un caso de cuestionamiento de la autoridad en el NT, cuando pablo le recrimino a Pedro la actitud que estaba asumiendo frente a los gentiles convertidos, cada vez que venían los judíos, porque esta era contraria al evangelio de gracia que ambos predicaban, no se cuestiono a Pedro, se cuestiono la actitud de Pedro.